Con el alma
desolada
evoco recuerdos, que
hoy quisiera olvidar,
que hoy quisiera
borrar.
Con el corazón
hecho trizas,
procuro no volver
la mirada a los escombros
de tantas
promesas, de tantos momentos.
Con firme
decisión,
intento
convencerme de este adiós
inesperadamente
imaginado,
que con dolor, me alivia...
Con la embriaguez
de esta sobriedad
me interno en el
laberinto
de dudas y fantasmas,
intentando
recuperar, aquello que perdimos
o que quizá nunca
tuvimos.
Con la soledad
que hoy me dejas
busco un
equilibrio, entre mi pensar y mi sentir
Te obsequiaría un
poema de despedida
pero aunque te
vas de mi vida,
me queda tu recuerdo,
ese recuerdo que
te perenniza en mis memorias,
Te vas, pero me queda
tu huella que calo mi alma,
te vas y te
llevas contigo una parte de mi,
esa parte que,
desde
aquel primer beso te pertenece.